De Obeso a Atlético

 

Introducción

Hola. Mi nombre es Juan Sarmiento, D.V.M., Ph.D. Soy patólogo veterinario y he sido científico durante la mayor parte de mi vida profesional. Siempre me había enfocado en mi carrera y ya me había resignado a ganar peso a medida que envejecía, especialmente porque provengo de una familia con una larga historia de obesidad. En noviembre del 2008, cumplí 52 años. Entonces me enteré de mi riesgo de sufrir cáncer de próstata, como mi padre, mi abuelo y mi bisabuelo. El urólogo me dijo mientras me daba palmaditas en la barriga: “La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar esta neoplasia”. “¿Qué debo hacer?” Le pregunté al medico “¡Me he estado alimentando sanamente y haciendo ejercicio durante años pero sigo aumentando de peso!”. Él respondió que su responsabilidad no era decirme como perder peso. Solo quería llamarme la atención sobre mis factores de riesgo.

 

¿Qué es UCAD?

Menos de 1 año después, en septiembre del 2009, vi un memorable programa de “60 minutos” de CBS. Entrevistaron al general McChrystal, comandante de las fuerzas estadounidenses en Afganistán en aquel tiempo. Dijo que corría 7 millas y comía solo una comida al día (UCAD), todos los días. Añadió que comenzó su hábito de UCAD cuando era teniente y tenía un poco de sobrepeso. A lo largo de los años yo había intentado varios métodos para perder peso, pero todos eran insostenibles. En aquel entonces, yo caminaba diariamente por 45 minutos y comía una dieta baja en grasas. Sin embargo, mi peso siguía aumentando con la edad. Mis hábitos alimenticios eran bastante constantes. Al ver atrás, recuerdo haber tenido siempre una dieta baja en grasas y alta en carbohidratos con alimentos básicos como papas, pasta o arroz. Además comía pescado y pollo como principales fuentes de proteínas. Rara vez comía carne y no comía más de 2 huevos por semana. Pero eso sí, leche sin grasa y yogurt, todos los días.

 

Mi nuevo estilo de vida

Escuchando al General McChrystal, decidí que su plan UCAD me serviría. Pensé que no iba a ser muy difícil para mí. Ya que podría comer en una sola comida todo lo que quisiera. McChrystal habló de su UCAD como un hábito que había formado hacía ya mucho tiempo. Yo me sientía capaz de desarrollar cualquier hábito que quisiera. Lo único que tenía que hacer, para crear un nuevo hábito, era mantenerlo durante 21 días o más. Decidí que para mí, la mejor hora para tener mi UCAD era al mediodía.

Al final resultó ser que, esta decisión fue la mejor que he podido haber tomado, como supe más tarde: el hecho de romper el ayuno al mediodía, mantiene a la hormona de crecimiento elevada desde la noche hasta el día. También, por casualidad, tomé la gran decisión de hacer ejercicio temprano en la mañana, aún en ayuno. Esto aseguró mi “ cetoadaptación “. Es decir, mi cuerpo se adaptó a usar la energía de mis reservas de lípidos, en lugar de los carbohidratos de mi dieta. En aquellos días, no estaba familiarizado con términos como “Ayuno Intermitente” o el “Dieta cetogénica

Comencé simplemente a comer hasta la saciedad continuando con mi dieta tradicional alta en carbohidratos y baja en grasas, pero solo una vez al día. Hace poco me enteré de que en realidad estaba haciendo la forma más rápida y eficiente de ayuno intermitente para perder peso: UCAD.

UCAD y ejercicio

Los beneficios de UCAD son múltiples. Pero permítanme enfocarme en lo que podría ser un efecto directo del cambio en mis hábitos alimenticios. Poco después de cambiarme a UCAD (noviembre de 2009), noté que los kilos comenzaron a bajar casi de inmediato. En mi mayor peso, llegué a 103 kg (227 lb). Me impuse la meta de volver a los 90 kg (200 lb). Me tomó un poco más de un año. Pero los cambios que sentí superaron con creces la simple pérdida de peso.

Al contrario de todas las dietas que empleé hasta entonces, no me sentí debilitado por la restricción de alimentos. Muy por el contrario. Comencé a aumentar la duración de mis caminatas diarias a 2 hrs / día. Decidí no trotar por ser de alto impacto, así que empecé a buscar otras formas de ejercicio.

El ejercicio en ayuno (antes del desayuno en la mañana), obliga al cuerpo a utilizar la energía proveniente del metabolismo de los lípidos (grasa). El uso de energía de tus propios depósitos de grasa es debido en parte a que la hormona del crecimiento humano (HCH) aumenta con el entrenamiento a intervalos de alta intensidad (EIAI) durante el ayuno. HCH, a su vez, ayuda a reducir las reservas de grasa, entre otros beneficios. No debe sorprendernos que el ejercicio se convierta en una obsesión cuando se realiza en ayuno intermitente, especialmente cuando se sigue el regimiento UCAD.

 

 

La pirámide que cambió mi vida

Comencé a hacer planchas, pero al principio solo podía hacer 50 repeticiones. Es cierto que no eran en perfecta forma, y mi amplitud de movimiento era limitado. Ya que toma menos de 5 minutos hacer 50 flexiones, no podía usar las planchas para reemplazar mis largas caminatas. Cuando mi peso comenzó a caer, pensé que era posible eliminar mis “man-boobs” (senos masculinos). Con esta motivación, compré pesas de 15 y 25 libras. Comencé a hacer press de banco y otros ejercicios de bíceps y tríceps en casa. Luego encontré un método que cambió mi vida y la forma de mi cuerpo.

Esta es la pirámide de planchas explicada en un video de YouTube . Empecé a hacer 10 pirámides de 25 flexiones cada una (de 1-2-3-4-5-4-3-2-1) para un total de 250 flexiones en aproximadamente 1 hora. Para mi sorpresa, comencé a aumentar el tamaño de mis pirámides a 36, 49 y 64 repeticiones. A medida que mis pirámides crecían, reduje el número de pirámides, manteniendo las rutinas de 1 hora a 1 1/2 hora. Pronto estuve haciendo más de 1000 repeticiones. Eventualmente, podría hacer mis planchas en perfecta forma. Para entonces ya había desarrollado músculos del pecho y mis senos masculinos habían desaparecido. Sin lugar a dudas, mi determinación se vio muy favorecida por el enfoque en la pirámide de planchas.

 

 

Era la UCAD, después de todo

Recientemente, he descubierto que mi rutina de UCAD explica mi progreso. El efecto prolongado (con UCAD) de la HCH sobre el envejecimiento y la musculatura están bien documentados. La adaptación al uso de energía de la grasa me ha transformado en casi un atleta. Con mi rutina UCAD, comencé a ver cambios en mi cuerpo que nunca había visto. Incluso en mi adolescencia o en mis veinte años, nunca me interesaron los ejercicios. Fumé hasta los 20 años y mi carrera, no la salud, siempre fue mi prioridad.

 

 

¿Cuál es mi propósito con FFFL

Mi propósito es mostrarte cómo tu también puedes comenzar a cambiar tu cuerpo hoy mismo. No importa tu edad, UCAD podría ser un cambio sostenible en tu estilo de vida por el resto de tus días. Probablemente estés pensando que esto es muy difícil para ti, pero te aseguro que no lo es. Los días más difíciles son los primeros pocos. En un plazo de 21 días, te sentirás completamente adaptado a la rutina de UCAD y sentirás que puedes mantenerla de por vida.

 

 

Efectos inesperados del ayuno

El ayuno aumentará la actividad de la hormona del crecimiento . Luego, sentirás que tu cuerpo exige una actividad más intensa y prolongada, y cumplirás con gusto. Sentirás las endorfinas y otros efectos en tu cerebro , lo que te dará una sensación de logro y comenzarás a establecer metas aún más difíciles. Diríjate al blog, lée nuestros artículos y luego vete al panel de discusión y pon tus preguntas. Espero poder compartir mis experiencias contigo!

Juan Sarmiento, DVM, Ph.D.

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